Una canción única e irrepetible. Fue uno de los más grandes éxitos de Michel Sardou a mediados de los años setenta. Firmada por los mismos autores de Comme d'habitude es una gran canción para cantar, para recordar y para emocionarse. Su letra puede que no sea tan del agrado de las mujeres de estos tiempos, pero todavía suena bonita y ambigua.