Este tango hermoso fue compuesto y escrito por Discepolo en 1934 y estrenado por Sofía Bozán a finales de aquel año. Es una de las piezas que su autor compuso para la película El alma del bandoneón. Su letra, más que una lamentación o una denuncia es una instantánea de una época que se prolongó el tiempo seguramente más de lo que su autor pudo llegar a prever. Es la Argentina en estado puro; sus contradicciones, sus contrastes, su mezcla irreverente, su desprecio por el esfuerzo y la pasión por la vida fácil. Discepolo no habla de guerras ni de grandes calamidades, sino de una realidad cotidiana que carcome el alma humana de una forma casi silenciosa.